sábado, 30 de noviembre de 2013

EL JUEGO UNA ESTRATEGIA DE APRENDIZAJE





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        Bishop, A. J., et al. (2008), define el juego como una actividad que se utiliza para la diversión y el disfrute de los participantes; en muchas ocasiones, incluso como herramienta educativa. Los juegos normalmente se diferencian del trabajo y del arte, pero en muchos casos estos no tienen una diferencia demasiado clara (p.9).
          El juego, como actividad que se realiza dentro del aula, es tomado como sinónimo de trabajo, es ocuparse de una actividad, ejercicio, tarea, y al trabajo hay que aplicarle una buena dosis de esfuerzo físico y mental para convertirlo en realidad, es decir, para ejecutarlo, no importa de qué capacidades tenga que valerse quien lo ejecuta. Se aprovecha la oportunidad que brinda el nuevo diseño curricular al dejar al alumno en libertad para que con su iniciativa y creatividad proponga estrategias cónsonas con las áreas del Currículo Básico.
        Estas estrategias no son otra cosa que la búsqueda de alternativas coherentes no sólo con el área del conocimiento, sino como estrategia de Aprendizaje. También, con el medio en el cual está circunscrito el estudiante, sin obviar que éste tiene características que lo hacen diferente de los demás integrantes de su grupo en cada uno de los estadios de su personalidad.
       Por este motivo, Leif y Brunelle (1978), citados por Navarro A., Vicente (2002); dicen que:

El juego recorre cada uno de los estadios evolutivos de la personalidad y en cada uno de ellos se amerita un tipo específico de juego y/o unos juguetes también particulares, no sólo del estadio sino también del sexo del individuo. Por lo tanto el secreto de la naturaleza del juego estriba en la naturaleza de los juegos (p.11).


       Ante esto, el juego es una combinación entre aprendizaje serio y diversión. No hay acontecimientos de más valor que descubrir que el juego puede ser creativo y el aprendizaje divertido. Si las actividades del aula se planifican conscientemente, el docente aprende y se divierte a la par que cumple con su trabajo.
         Además, permite lograr en los alumnos la creación de hábitos de trabajo y orden, de limpieza e interés por las tareas escolares, las realizadas en el aula no las asignadas para el hogar por los docentes; de respeto y cooperación para con sus compañeros y mayores, de socialización, para la mejor comprensión y convivencia social dentro del marco de la Educación Básica. Desde esta perspectiva, el trabajo pasa a ser una actividad lúdica que refuerza las obligaciones de los estudiantes sin mediatizar su aprendizaje.
        Ausubel y otros (2002), afirman que: “el aprendizaje significativo comprende la adquisición de nuevos significados y, a la inversa, éstos son producto del aprendizaje significativo. Esto es, el surgimiento de nuevos significados en el alumno refleja la consumación de un proceso de aprendizaje significativo...” (p.48).
        De igual forma, el tipo básico de aprendizaje significativo es el aprendizaje de representaciones; por lo que de él dependen todos los demás. Este aprendizaje consiste en hacerse del significado de símbolos solos, generalmente palabras o de lo que esos símbolos representan. El aprendizaje significativo por recepción, involucra la adquisición de significados nuevos. Para el caso se requiere tanto de una actitud de aprendizaje significativo como de la presentación de material significativo para el alumno.
        En ese orden de ideas las estrategias Charría de Alonso y González Gómez (2000) tienen el propósito de estimular y promover el aprendizaje mediante una serie de actividades sistemáticas basadas en el diseño, la planificación y la ejecución. Todas enmarcadas en los aportes de la ciencia y las nuevas tecnologías. Toda estrategia tiene una serie de características que le asignan su cuota dentro del proceso educativo:
-        Su carácter particular.
-        La planificación anticipada.
-        El logro de objetivos específicos.
-        En su diseño, planificación y ejecución tiene que anticiparse un conjunto de actividades que le darán vida en el proceso de aprendizaje.
-        Su vinculación con el ambiente donde se desenvuelve el niño o de la Para diseñar una estrategia es menester conocer:
                1.- ¿Qué se quiere fomentar en el estudiante, es decir, qué competencias desarrollar?
        2.-   ¿Cómo se va a desarrollar el proceso?
        3.- ¿Con qué recursos se cuenta?
        4.-  ¿Por qué ese aprendizaje?
        5.- ¿Para qué le sirve?  (Pp. 67-74). 


       El juego como estrategia de aprendizaje





Campamentos Escolares


Imagen tomada de http://www.pixmac.es/imagen/grupo+de+ni%C3%B1os+de+campamento/000079847845  
        El campamento escolar o educativo es una actividad que se realiza en el tiempo libre de las actividades escolares. Vizuete, M. (2000), indica que el campamento escolar es:

Una oportunidad para poner en juego lo que se ha aprendido tanto en la escuela como fuera de ella, y para adquirir nuevos conocimientos, asimismo, ofrece la oportunidad de vivenciar y compartir con los demás y de experimentarlo como una aventura que desarrolla el pensamiento y la fantasía infantil (Pp. 13-17).


        Además, el campamento educativo, consiste en una breve experiencia de vida intensa en relación o contacto vital con la naturaleza, realizada por una comunidad infantil o juvenil y organizada y dirigida por educadores, para ayudar al perfeccionamiento integral de los componentes de esa comunidad, en un clima caracterizado por la alegría y el espíritu de cooperación, despreciando muchos de los recursos utilizados habitualmente para la comodidad o confort, aunque sin mengua de las necesarias garantías para la seguridad y la salud física y espiritual del grupo.
       Ante esta descripción, el campamento escolar, en razón de la diversidad de formas que estas actividades pueden adoptar y de la multitud de recursos que le son adecuadas, puede caracterizarse en su forma básica, si responde a condiciones relacionas con la vida en la naturaleza; y para que sea considerado como de tipo educativo debe existir:
1.      Vida en la Naturaleza
-        Ordenada
-        Intensa
-        Sana.
2.      Vida en comunidad
-        Con medios imprescindibles, o poco más, para el confort o la comodidad y para garantizar la seguridad y la salud del grupo.
-        Para los acampantes, esa forma de vida debe constituir una experiencia que les ayude a su perfecciona-miento integral, realizada en forma gozosa o recreativa.
3.      El campamento no es y no debe ofrecer motivos para su identificación con:
-        Vida de gitanos.
-        Actividad física descontrolada y descuidada
-        Un vive como quieras.

        El Campamento puede ser un Instrumento Educativo

        Díaz,  Carlos A. (2008), expone que: “el campamento ofrece situaciones sumamente adecuadas para la acción educativa”:

1.      Considerando la persona del Educando
-        En la buena situación o circunstancia que se crea en el campamento, el niño o el joven; se muestra más receptivo. Al mismo tiempo que es objeto, casi constantemente, de estímulos o incitaciones para adoptar actitudes positivas y creativas. Esto configura lo que se podría calificar como un sujeto más predispuesto a aprender. El impacto que las bellezas naturales producen en el espíritu del acampante; la vida sencilla, el contacto con las cosas elementales, simples y puras, obran el efecto de que el educando quiera escuchar y estar permeable a la palabra del maestro. Esa vida simple responde mejor que la de la ciudad a las apetencias infantiles y juveniles.
         Presenta de manera coordinada la vida doméstica del campamento, tales como: horarios racionales, alimentación adecuada, descanso suficiente y lo disponen para esa actitud positiva.

2.      Si se considera la persona del educador
-        El Educador vive en el campamento con menos preocupaciones de orden personal, familiar y profesional que las que lo hostigan en su vida ordinaria en la ciudad.
-        El maestro en su condición de dedicación exclusiva a la tarea, se concentra y se dedica a ella en forma total o casi total.
-        También sobre su persona, el medio ambiente nuevo lo predispone favorablemente para su acción específica. En síntesis, mejor disposición del Educador.

3.      Si consideramos la circunstancia de la vida en campamento
a)      La vida en campamento permite llegar a una mayor intimidad en la relación educador-educando que en la mayoría de las situaciones en que esta relación interesa. Esto significa mucho si consideramos que la acción educativa se ejerce de persona a persona, de alma a alma. Las ocasiones de esta intimidad se ofrecen frecuentemente en la forma espontánea, por no decir casual; pero también son fáciles de crear o provocar.
b)      En el campamento se le presenta al maestro la única, y en todo caso, la mejor oportunidad de mantenerse en relación con el educando durante todo el día, a lo largo de varios días. Esto encierra una inmejorable oportunidad de comunicación, dada por una convivencia ininterrumpida durante aquel tiempo (Si la comunicación de persona a persona, de alma a alma, es esencial a la educación, concluiremos que la falla, en gran medida, de la obra educativa, pro-piamente dicha, de la escuela, se debe a que sólo puede poner en contacto personal, humano, al maestro con el alumno, durante algunas pocas horas por semana, y en tareas inversamente opuestas a su desarrollo evolutivo que demanda acción).
c)      Al educador se encuentra con la ocasión de conocer a cada educando de un modo más profundo y cierto que en la actividad escolar ordinaria:
-        Aunque el educando hubiera conseguido simular en la escuela una personalidad que le conviniera, no puede mantenerla así permanentemente durante toda la duración del campamento. La vida en campamento estimula y predispone para la espontaneidad, la naturalidad, la autenticidad,
-        Al educando se le puede apreciar frente a situaciones nuevas, inesperadas,
-        Se le puede observar en situaciones vitales (no formales),
-        El educador puede llegar a conocer todo del educando, al mostrar éste facetas de su personalidad real que difícilmente, o nunca resultan visibles en la vida escolar.
-        Recíprocamente, el alumno puede llegar a conocer mejor al maestro (menor posibilidad de simulación; imposibilidad de vida privada; actuación ante situaciones insólitas y ante situaciones vitales). Mayor confianza. Un respeto más natural, más auténtico o con menor dosis de convención.
d)     El campamento ofrece frecuentes coyunturas para la enseñanza ocasional, o la confirmación y afianzamiento de conocimientos del programa escolar, con la ventaja de que todo se puede experimentar y vivir.
e)      En el campamento no hay apuro que impida, como suele acontecer en la ciudad, aprovechar oportunidades educativas. Hasta la idea de tiempo resulta diferente en la vida campamental. El reloj solo se interpone para la atención de las necesidades básicas del grupo.
f)       En el campamento no hay normas preexistentes o impuestas, salvo las que exijan la salubridad, la seguridad y las buenas costumbres. Tampoco rigen horarios, planes y programas más o menos rígidos, a modo de los de instituciones escolares. El grupo acampante - comunidad - puede darse a sí mismo las normas que ordenen su comportamiento, sin formalismo que lo exija.
g)      El campamento permite realizar una experiencia democrática auténtica, organizando todas las manifestaciones del grupo de esta manera. Las vivencias de las actitudes democráticas es esencial para la educación cívica.
h)      No existen interferencias del exterior, o bien aparecen reducidas a su mínima expresión. El campamento se aísla convenientemente. Se aleja de las obras del hombre y se relaciona con el mundo exterior en la medida que le convenga.
i)        Para la atención del campamento es factible constituir un equipo técnico - docente con unidad de propósitos (unidad pedagógica) y unidad de métodos, lo que es difícil lograr en otras instituciones.

        Para el campamento pueden seleccionarse los maestros entre quienes demuestren auténticas inquietudes por la juventud e idoneidad para la tarea. Esto asegura la unidad de la acción educativa, contra la que conspira la organización basada en la actuación de especialistas aislados. Hasta aquí, las razones por las que el campamento puede ser educativo. Pero el campamento puede no serlo y, por el contrario, constituirse en un instrumento deformante (p.3).

        El   Campamento puede no llegar a ser Educativo
-        Si no se definen claramente sus fines y expectativas de logro. Objetivos.
-        Si definidos éstos, no se procura empeñosamente su cumplimiento. (Porque no se trata de elaborar valiosos cuadros de objetivos y quedarse en ello).
-        Si no se brindan a todos, frecuentes oportunidades para crecer.
-        Si los maestros no tienen idoneidad para este particular trabajo.
-        Si los miembros del equipo dirigente no simpatizan con este tipo de actividad; si les significa un ver-dadero sacrificio el abandonar por un tiempo las obligaciones y/o comodidades de la ciudad.
-        Si quienes asumen la tarea no lo hacen con la actitud de maestros verdaderos.
-        Si la dirección del campamento no cuenta con suficientes colaboradores técnicos -docentes.
-        Si se identifica el campamento con solo la realización y cumplimiento de las actividades de un pro-grama; si se cae en activismo, en hacer cosas, como propósito o sin él.






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